Las secadoras son electrodomésticos que se utilizan para secar la ropa después de que se ha lavado. El funcionamiento de una secadora es sencillo: la ropa húmeda se coloca en el tambor de la secadora, que gira para distribuir la ropa de manera uniforme. El calor, generado por un elemento calefactor, se utiliza para evaporar la humedad de la ropa, y el aire caliente se drena a través de un conducto de aire o chimenea. Algunas secadoras también incluyen un filtro para recoger las pelusas y otros desechos.
Existen varios tipos de secadoras como:
Secadoras de conducto: que requieren un conducto de aire para drenar el aire caliente fuera de la casa.
Secadoras de ventilación: que utilizan un filtro para recolectar la humedad y no requieren un conducto de aire externo.
Secadoras de condensación: que condensan la humedad de la ropa en lugar de drenarla a través de un conducto de aire.
Secadoras de gas: que utilizan gas en lugar de electricidad para generar calor.
La elección de una secadora dependerá de las necesidades de cada persona, como el espacio disponible, el tipo de conexión eléctrica, la eficiencia energética, y el costo.